El color rosa suele estar vinculado a la feminidad, delicadeza y ternura; pero también se asocia a un estilo de vida más suave y cálido, como un atardecer rosado y relajante que invita a desconectar y descansar.
Con la “Barbiemanía”, figura asociada a la perfección y belleza, la fiebre por el color rosa se ha disparado. Frutas como la fresa o la sandía nos evocan alimentos que nos hacen sentir bien con nosotros mismos.
Con nuestra amplia selección de colores rosas, desde las tonalidades más cálidas y pasteles a las más brillantes, podemos trasladar esta sensación a comidas y/o bebidas, como infusiones de frutas con manzana y rosa moqueta para relajarnos tras un largo día de trabajo.
En chucherías y pastelería el rosa juega un papel muy importante, ya que, además de la fantasía, este color nos recuerda la inocencia de la niñez, la pureza; y nos hace evocar momentos en los que todo era más sencillo y sin preocupaciones. Helados de fresas y frutas del bosque, algodón de azúcar o pasteles decorados con motivos rosas suelen atraer la atención de los más pequeños de la casa, y los no tan pequeños.
En resumen, el color rosa puede ser una herramienta interesante para explorar y enriquecer nuestra experiencia alimentaria. A raíz de los últimos lanzamientos y propuestas de Oterra, Serproquim Food S.L. dispone de colorantes naturales e ingredientes para conseguir estas tonalidades, como la patata dulce o la remolacha; ambas ayudan a alcanzar diferentes tonalidades de color, dando a los productos la imagen de belleza y serenidad que tanto se busca en estos tiempos.