Las especias, algunas de ellas y sus beneficios

Las especias son condimentos aromáticos de origen vegetal, que se suelen usar para preservar y dar aroma o sabor a los alimentos. De hecho, posiblemente sean los condimentos más usados para sazonar y aromatizar nuestros platos. Aunque la verdad es que, ya muchos años atrás, nuestros antepasados las usaban en el campo de la medicina natural.

Hace buen tiempo, una tarde soleada o una noche con temperatura agradable, sales a dar un paseo y se te ocurre que puedes acercarte a una heladería para tomar un helado. Llegas al mostrador y visualizas los diferentes sabores antes de elegir uno: ¿nata?, ¿fresa?, ¿vainilla?, ¿chocolate?... Nah, hoy me apetece innovar, elegiré plátano, helado de plátano. Tal vez seas una persona que suele pedirse helado de plátano, pero no nos engañemos, no es algo típico.

Sin embargo, después de leer la lista y los sabores que te vamos a proponer (que existen, aunque no te lo quieras creer) el helado de plátano te va a parecer de lo más común. ¿Con cuántos de estos sabores te atreverías?

La lista está ordenada, o esa es la intención, del menos raro al más raro. Así que coge aire, ¡y allá vamos!

¿Qué son los estabilizadores?

Son aditivos alimentarios que se utilizan para mantener el aspecto y textura de los alimentos. Aportan consistencia a los alimentos, y los espesantes y gelificantes forman parte de este grupo. Sus principales funciones son las de aglutinantes, agentes endurecedores, agentes de regulación de la densidad, agentes de retención de agua, estabilizadores de la espuma y fijadores y estabilizadores del color.

En este nuevo post os hablaremos de los emulgentes, qué son, para qué se utilizan y os pondremos algunos ejemplos de algunos de ellos basándonos en un documental realizado por Stefan Gates del que os dejaremos el enlace al final del vídeo.

En primer lugar, ¿qué son los emulgentes? Los emulgentes son aditivos alimentarios encargados de facilitar el proceso de emulsión (unir dos líquidos que no pueden mezclarse por sí solos) de los ingredientes en una mezcla y mantenerla unida por más tiempo; son los que permiten, por ejemplo, la unión en algunas mezclas de grasas y agua (¡sabiendo esto ya no vale decir que agua y aceite no son compatibles!).